El reino de David fue arrebatado al rey Salomón y entregado a Jeroboam, siervo de Salomón (1 Reyes, capítulos 13-14), en el año 930 a. C. El reino de David ahora está gobernado por José, hijo de Jacob (Israel); por lo tanto, el reino de Jerusalén se traslada a la tierra de Efraín, el reino del norte, que se encontraba en la antigua Samaria. El reino de David se encuentra ahora en Samaria bajo el reinado de Jeroboam, descendiente de José, hijo de Jacob, y Efraín, hijo de José de Egipto. Alrededor del año 722 a. C., el reino del norte fue llevado cautivo por los asirios, quienes posteriormente se dispersaron entre las naciones que incluyen la India, América, el norte de Europa y otras partes de Asia. (Jeremías 31 e Isaías 60, 61, 62 y 63, también versículos 1-6) El Reino bajo Efraín será unido y reconstruido en una nueva tierra del norte. El líder de la nación de paz en nuestro tiempo (Ezequiel, caps. 36-37) (TNDL)
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