La muerte espiritual y la transformación, para la mente, el alma y el espíritu, [son necesarias] para poder vivir y estar en Yeshua y él en nosotros. En preparación para el nuevo orden de cosas que Yeshua, el nuevo logos divino, trae a nuestro mundo, debemos morir al yo para poder vivir en Yeshua, el ungido. Es decir, debemos renacer o pasar por el estado de transformación divina, para vivir en él y él en nosotros. (TNDL)
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