Sunday, February 11, 2018

LOS MISTERIOS DE LA CREACIÓN



¡Pablo enseñó, predicó y explicó los misterios de la creación de la Deidad a los Filósofos Estoicos en Atenas Grecia! Pablo en Atenas
Hechos 17: 16 - 33
16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se conmovió en él, cuando vio la ciudad completamente entregada a la idolatría. 17 Por lo tanto, disputaba en la sinagoga con los judíos y con los devotos, y en el mercado todos los días con los que se encontraban con él. 18Entonces algunos filósofos de los epicúreos y de los Stoick se encontraron con él. Y algunos dijeron: ¿Qué dirá este charlatán? otros algunos, parece ser un setter de dioses extraños: porque él les predicó a Jesús, y la resurrección. 19Y lo tomaron y lo trajeron a Areópago, diciendo: ¿Podemos saber qué es esta nueva doctrina, de qué hablas? 20 Porque tú traes ciertas cosas extrañas a nuestros oídos: sabríamos por lo tanto lo que estas cosas significan. 21 (Porque todos los atenienses y extraños que estuvieron allí pasaron su tiempo en nada más, sino para contar, o para escuchar algo nuevo).

Paul antes del Areópago

22Entonces Pablo se paró en medio de la colina de Marte, y dijo: Vosotros, hombres de Atenas, percibo que en todas las cosas sois demasiado supersticiosos. 23Porque cuando pasé, y contemplé vuestras devociones, encontré un altar con esta inscripción, AL DIOS NO CONOCIDO. A quien, por lo tanto, adorar por ignorancia, él te lo declaro. 24 Dios que hizo el mundo y todas las cosas en él, viendo que él es el Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos con manos; 25 A nadie se adora con las manos de los hombres, como si necesitara algo, dado que da a toda vida, y aliento, y todas las cosas; 26Y de una sangre ha hecho todas las naciones de los hombres, para que habitan en toda la faz de la tierra, y han determinado los tiempos antes señalados, y los límites de su habitación; 27 Que busquen al Señor, si así lo quisieran después de él, y encuéntrenlo, aunque no esté lejos de cada uno de nosotros; 28 porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como también han dicho algunos de vuestros poetas, porque nosotros también somos sus descendientes. 29Por tanto, como somos descendientes de Dios, no debemos pensar que la Deidad es como el oro, la plata o la piedra, tallada por el arte y el artificio del hombre. 30Y los tiempos de esta ignorancia Dios le guiñó un ojo; pero ahora manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan. 31Porque él ha designado un día, en el cual juzgará al mundo en justicia por aquel hombre a quien él ha ordenado; de lo cual ha dado seguridad a todos los hombres, en que lo levantó de entre los muertos.

32Y cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se burlaban; y otros decían: Te oiremos otra vez sobre este asunto. 33 Entonces Pablo se separó de ellos. 34 Sin embargo, ciertos hombres se unieron a él, y creyeron: entre los cuales estaba Dionisio el Areopagita, y una mujer llamada Damaris, y otros con ellos.
Biblia King James

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