Monday, February 8, 2021

CONOCERÁS LA VERDAD

TNDL: "YESHUA DIJO, CONOCERÁS LA VERDAD Y ESTA SERÁ LIBRE. ESTA VERDAD PURA VIENE A TRAVÉS DE ÉL Y DE SU SANTO PARACLETO". Juan 8:32


Juan 8] Versión King James

8 Jesús fue al monte de los Olivos.


2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y él se sentó y les enseñó.


3 Y los escribas y fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y cuando la pusieron en medio,


4 Le dijeron: Maestro, esta mujer fue sorprendida en adulterio en el mismo acto.


5 Y Moisés en la ley nos mandó apedrear a los tales; pero ¿qué dices?


6 Ellos dijeron esto para tentarlo, para tener que acusarlo. Pero Jesús se inclinó y escribió con el dedo en el suelo, como si no los oyera.


7 Entonces, cuando continuaron preguntándole, él se enderezó y les dijo: El que de entre vosotros esté sin pecado, que primero le arroje una piedra.


8 Y volvió a inclinarse y escribió en el suelo.


9 Y los que lo oyeron, convencidos de su propia conciencia, fueron saliendo uno por uno, comenzando por el mayor hasta el último; y Jesús se quedó solo, y la mujer de pie en medio.


10 Cuando Jesús se levantó y no vio a nadie más que a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están esos que te acusan? ¿Nadie te ha condenado?


11 Ella dijo: Nadie, Señor. Y Jesús le dijo: Yo tampoco te condeno; vete, y no peques más.


12 Entonces Jesús les volvió a hablar, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida.


13 Entonces le dijeron los fariseos: Tú eres el testimonio de ti mismo; tu registro no es verdadero.


14 Respondió Jesús y les dijo: Aunque doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde vine y adónde voy; pero no sabéis de dónde vengo ni adónde voy.


15 Vosotros juzgáis según la carne; No juzgo a ningún hombre.


16 Y sin embargo, si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no estoy solo, sino yo y el Padre que me envió.


17 También está escrito en tu ley, que el testimonio de dos hombres es verdadero.


18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.


19 Entonces le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí, ni a mi Padre; si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.


20 Estas palabras dijo Jesús en el tesoro, enseñando en el templo, y nadie le echó mano; porque aún no había llegado su hora.


21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Voy, y me buscaréis, y moriréis en vuestros pecados; adonde yo voy, vosotros no podéis venir.


22 Entonces dijeron los judíos: ¿Se matará? porque dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir.


23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo; Yo soy de arriba: vosotros sois de este mundo; Yo no soy de este mundo.


24 Por tanto, os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.


25 Entonces le dijeron: ¿Quién eres tú? Y Jesús les dijo: Lo mismo que os dije desde el principio.


26 Tengo muchas cosas que decir y juzgar de ustedes; pero el que me envió es veraz; y hablo al mundo lo que he oído de él.


27 No entendieron que les hablaba del Padre.


28 Entonces Jesús les dijo: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces sabréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo; pero como mi Padre me enseñó, estas cosas hablo.


29 Y el que me envió, conmigo está; el Padre no me ha dejado solo; porque siempre hago las cosas que le agradan.


30 Mientras hablaba estas palabras, muchos creyeron en él.


31 Entonces Jesús dijo a los judíos que habían creído en él: Si permanecéis en mi palabra, ciertamente sois mis discípulos;


32 Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.


33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?


34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo que todo aquel que comete pecado, esclavo es del pecado.


35 Y el siervo no queda en casa para siempre, pero el Hijo sí permanece para siempre.


36 Por tanto, si el Hijo os liberare, seréis verdaderamente libres.


37 Sé que sois simiente de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no tiene cabida en vosotros.


38 Hablo lo que he visto con mi Padre, y vosotros hacéis lo que habéis visto con vuestro padre.


39 Respondieron y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo: Si fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.


40 Pero ahora procuráis matarme a mí, un hombre que os ha dicho la verdad que oí de Dios: esto no hizo Abraham.


41 Hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: No hemos nacido de fornicación; tenemos un Padre, Dios.


42 Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo procedí y vine de Dios; ni yo vine de mí mismo, sino que él me envió.


43 ¿Por qué no d mi discurso? incluso porque no podéis escuchar mi palabra.


44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y cumpliréis los deseos de vuestro padre. Fue homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso y padre de mentira.


45 Y porque les digo la verdad, no me creen.


46 ¿Quién de vosotros me convence de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué no me creen?


47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; vosotros, por tanto, no las oís, porque no sois de Dios.


48 Entonces respondieron los judíos y le dijeron: ¿No decimos bien que eres samaritano y tienes demonio?


49 Jesús respondió: No tengo demonio; pero yo honro a mi Padre, y ustedes me deshonran.


50 Y yo no busco mi propia gloria; hay quien busca y juzga.


51 De cierto, de cierto os digo, que si alguno guarda mi palabra, no verá muerte jamás.


52 Entonces le dijeron los judíos: Ahora sabemos que tienes demonio. Abraham y los profetas han muerto; y dices: Si alguno guarda mi palabra, nunca gustará la muerte.


53 ¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham, que ha muerto? y los profetas murieron: ¿de quién te haces?


54 Respondió Jesús: Si me honro a mí mismo, mi honra es nada; mi Padre es el que me honra; de quien decís que es vuestro Dios:


55 Sin embargo, no le conocéis; pero yo le conozco; y si dijera que no le conozco, seré un mentiroso como tú; pero yo le conozco y guardo su palabra.


56 Abraham vuestro padre se alegró de ver mi día; y lo vio, y se regocijó.


57 Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?


58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.


59 Entonces tomaron piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo, pasando por en medio de ellos, y así pasó.

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